El Síndrome de Job

Día 6—Fiesta de Tabernáculos 2024

Fred R. Coulter—22 de octubre de 2024

www.laVerdaddeDios.org

 

¡Saludos a todos! Bienvenidos al Día 6 de la Fiesta de Tabernáculos.

 

Estamos entrando en lo que figurativamente serían los últimos 400 años del Milenio, y para ese entonces habrá muchas personas que hayan calificado y entrado en el reino Espiritual de Dios. Apocalipsis 21 hace referencia a estas personas como las naciones que son salvas, porque muestra cuántas personas van a ser salvas durante este tiempo—que será la mayoría de ellas.

 

·             ¿Qué va a ser lo más importante durante el Milenio?

·             ¿Cuál será el problema más grande?

 

Ahora, ayer vimos que el Síndrome de Salomón es lo que sucede cuando las personas:

 

·             Se vuelven ricas/adineradas

·             Tienen todo lo que quieren

·             Tienen esposas y concubinas

·             Tienen todas las cosas que Salomón tenía

·             Tienen toda la sabiduría que él tenía

 

Y aun así, ¡Él no tuvo el éxito que debió haber tenido!

 

Así que, veamos cuál es el corazón y centro de la verdadera conversión, también resaltaremos el problema que habrá durante el Milenio—cuando todos estarán guardando los mandamientos de Dios.

 

Recuerden que se puede guardar los mandamientos en la letra, y también se puede guardar los mandamientos en el Espíritu.

 

¿Cuál es la diferencia entre guardar los mandamientos de Dios en el Espíritu, y guardarlos en la letra?

 

Así que, comencemos aquí en Mateo 19, y veamos una situación que será muy común durante el Milenio—porque Satanás no va a estar presente, a los malvados no se les permitirá quedarse en la comunidad, y para aquellos que necesiten una oportunidad para arrepentirse del pecado, habrá un lugar específico de rehabilitación donde puedan recuperarse. Ellos van a poder tomar algo de tiempo para orar, ayunar, volverse a Dios y luego reintegrarse a la comunidad.

 

Si eso no sucede, serán enviados al exilio en Gog y Magog. Y si ellos no se arrepienten ahí, morirán malditos como dice en Isaías 65—que ya hemos leído varias veces.

 

Mateo 19:16—aquí tenemos un vistazo de lo que va a ser el problema: “Ahora, en aquel tiempo, uno vino a Él y dijo, ‘Maestro bueno, ¿qué buena cosa haré, para que pueda tener vida eterna?’”

 

Y por supuesto que, ese es todo el propósito del Milenio, ¡La vida eterna!

 

Verso 17: “Y Él [Jesús] le dijo, ‘¿Por qué Me llamas bueno?...’”

 

¿No era Jesús Dios manifestado en la carne? ¡Así es! Entonces, ¿Por qué no podía llamársele bueno? Bueno la respuesta es:

 

Que como Él era un ser físico nacido de la virgen María, Él tenía que tener naturaleza humana (que heredó de Su madre María) para poder vencer el pecado en la carne. Así que, en comparación con la verdadera bondad de Dios, Jesús no era puro a ese grado porque tenía la naturaleza humana en Él, a pesar de que nunca pecó. 

 

Así que Él dice aquí, verso 17: “Y Él le dijo, ‘¿Por qué Me llamas bueno? Nadie es bueno excepto uno—Dios. Pero SI deseas entrar a vida, guarda los mandamientos.’”

 

Todos los mandamientos de Dios serán conocidos durante el Milenio, como lo fueron durante el tiempo cuando Jesús estuvo en la carne en el área de Judea y Galilea.

 

Aquí está la respuesta, porque este joven era muy justo en comparación a cómo son los jóvenes de hoy.

 

Verso 18: “Entonces él le dijo, ‘¿Cuáles?’ Y Jesús dijo, ‘No cometerán asesinato’; ‘No cometerán adulterio’; ‘No robarán’; ‘No levantarán falso testimonio’ ‘Honren a su padre y a su madre’; y, ‘Amarán a su prójimo como a ustedes mismos’” (versos 18-19).

 

Ahora, lo primero que hacen los protestantes respecto a esto, es venir y decir ‘Bueno, Él no dijo que guardaran el Sábado.’ Pero, ¿por qué no lo dijo? ‘¡Porque esa era la ley de la tierra! ¡Todos guardaban el Sábado! No necesitaba mencionar eso.

 

Noten la respuesta del joven, y enseguida la respuesta de Jesús.

 

Verso 20: “El hombre joven le dijo, ‘He guardado todas estas cosas desde mi juventud. ¿Qué me falta aún?’”

 

Y como podemos ver, él ya estaba guardándolos en la letra con una buena actitud—todos ellos.

 

Verso 21: “Jesús le dijo, ‘Si deseas ser perfecto…’”

 

Esto es exactamente todo el proceso de conversión hasta que somos perfeccionados. Y va a ser lo mismo durante el Milenio. ‘Si deseas ser perfecto, ve y vende tu propiedad, y da al pobre, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme.’”

 

Recientemente les enviamos el nuevo libro titulado, ¡Las verdaderas Riquezas de Dios! Y eso es lo que realmente es importante. Porque estamos hablando de:

 

·             Amar a Dios

·             Entrar en el Reino de Dios

·             Guardar los mandamientos de Dios

 

Cuando llegamos a entender cómo debemos vivir y cómo debemos ser convertidos—que va a ser todo el proceso para las personas durante el Milenio—nos damos cuenta de que requiere mucho más que sólo guardar los mandamientos en la letra de la Ley.

 

Verso 22: “Pero tras escuchar esta palabra, el hombre joven se marchó lamentando, porque tenía muchas posesiones.”

 

¿Qué es lo que vemos aquí? Porque él pudo haber dicho, ‘Sí Señor, venderé todo lo que tengo y luego vendré y te seguiré.’ Él pudo haber dicho eso, ¡Pero no lo hizo!

 

Verso 23: “Entonces Jesús dijo a Sus discípulos, ‘Verdaderamente les digo, es extremadamente difícil para un hombre rico entrar en el reino del cielo. Y nuevamente les digo, es más fácil para un camello pasar a través del ojo de una aguja que para un hombre rico entrar en el reino de Dios.’” (versos 23-24).

 

¿Cómo va a funcionar eso durante el Milenio? A pesar de que la naturaleza humana no vaya a ser tan mala como lo es ahora, ¡Va a haber personas ricas en todas partes! Y eso va a convertirse en un problema, como lo fue con Job.

 

Ahora, en el caso de Job, ¿Cuál era su problema? Que él tenía un ídolo en su mente, como veremos, que era: ¡Toda su riqueza! Y lo que vamos a ver con el síndrome de Job es lo mismo.

 

·             Job era rico

·             Tenía muchas cosas

·             Ofrecía sacrificios

·             Guardaba los mandamientos de Dios

·             Era justo

 

Vayamos al libro de Job y hagamos un repaso para ver cuál es la lección de ese libro.

 

Lo que sí puedo decirles, es que yo no lo entendí la primera vez que lo leí. E incluso me pasó por la mente que Dios pudo haberse equivocado. Bueno, ¡Él no estaba equivocado! Porque no puede entenderse el libro de Job si solo se lee la primera parte.

 

Job 1:1—se parece mucho al hombre rico en Mateo 19. “Hubo un hombre en la tierra de Uz, cuyo nombre era Job. Y ese hombre era inocente y recto…”

 

No podemos decir eso de todos nosotros hoy, ¿o sí?

 

“…uno quien temía a Dios y se apartaba del mal. Y le nacieron siete hijos y tres hijas. Y también sus posesiones eran siete mil ovejas y tres mil camellos, y quinientas yuntas de bueyes, y quinientas asnas, y un hogar muy grande, tanto así que éste hombre era el más grande de todos los hombres de oriente” (versos 1-3).

 

Igual que el hombre rico de Mateo 19, ¡Lo tenía todo!

 

Verso 4: “Y sus hijos iban y festejaban en sus casas, cada uno en su día… [no sabemos si está refiriéndose a los cumpleaños o a otra cosa] …Y ellos enviaban y llamaban a sus tres hermanas para comer y beber con ellos. Y cuando los días de festejo habían concluido, Job enviaba y los santificaba, y se levantaba temprano en la mañana y ofrecía ofrendas quemadas de acuerdo al número de todos ellos. Porque Job decía, ‘Puede ser que mis hijos han pecado y maldecido a Dios en sus corazones.’ Por lo tanto Job hacía así continuamente” (versos 4-5).

 

¿Es bueno orar por otros que tienen problemas? ¡Sí! Sin embrago, uno no puede ofrecer nada para el perdón de los pecados que esas personas hayan cometido. Cualquier pecador, como vemos en la ley de los sacrificios y las ofrendas, tenía que venir y traer su propia ofrenda. Y aún con eso, la lección es otra. Uno no puede hacer nada que perdone los pecados de otras personas.

 

·             Podemos pedir a Dios misericordia

·             Podemos pedir a Dios que los perdone

 

Pero eso ya queda en Dios, dependiendo de lo que haga cada persona que peca.

 

·             ¿Se arrepentirá?

·             ¿Reconocerá sus carencias y faltas?

·             ¿Reconocerá sus pecados?

 

Ahora, veamos que sucedió aquí. Veamos qué hizo Dios y qué fue lo que le pasó a Job.

 

Verso 6: “Ahora, hubo un día cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse ellos mismos delante del SEÑOR… [está hablando de los ángeles] …Y Satanás también vino entre ellos. Y el SEÑOR le dijo a Satanás, ‘¿De dónde vienes?’ Entonces Satanás respondió al SEÑOR y dijo, ‘De ir de aquí para allá en la tierra, y de caminar arriba y abajo en ella.’” (versos 6-7)— ¡Buscando a cualquiera que pueda engañar!

 

Y necesitamos tener cuidado con eso también, porque él sigue haciendo lo mismos hoy en día.

 

Verso 8: “Y el SEÑOR le dijo a Satanás, ‘¿Has considerado Mi siervo Job, que no hay ninguno como él en la tierra, un hombre inocente y recto, uno quien teme a Dios y se aparta del mal?’”

 

Vaya que eso es inusual; que haya una persona a la cual Dios considere justa en la letra de la Ley. Así que, mantengan eso en mente mientras repasamos estas cosas; ¡la letra de la Ley es importante! Pero la conversión hacia vida eterna requiere mucho más, como vimos con el joven de Mateo 19.

 

Verso 9: “Y Satanás respondió al SEÑOR y dijo, ‘¿Teme Job a Dios por nada? ¿No has hecho un cerco alrededor de él, y alrededor de su casa, y alrededor de todo lo que él tiene a cada lado? Tú has bendecido el trabajo de sus manos, y sus posesiones has incrementado en la tierra… [¡Es cierto! Porque aún cuando Dios haga esto por alguien, ¿No hay algo más que sea requerido?] …Pero extiende Tu mano ahora, y toca todo lo que él tiene, y él Te maldecirá a Tu cara” (versos 9-11).

 

Verso 12: “Y el SEÑOR le dijo a Satanás, “He aquí, todo lo que él tiene está en tu poder. Solamente no pongas tu mano sobre él.” Y Satanás salió de la presencia del SEÑOR.”

 

Vean lo que sucede aquí, porque hay algo muy importante que es importante resaltar: ¡Satanás sólo puede hacer lo que Dios le ordene o le permita hacer! Esto es lo que pasó, y vaya que fue toda una lección. Fue un desastre mayúsculo.

 

Verso 13: “Ahora, hubo un día cuando sus hijos e hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano mayor. Y allí llegó un mensajero a Job y dijo, “Los bueyes estaban arando, y los burros alimentándose al lado de ellos. Y los sabeos cayeron sobre ellos, y se los llevaron. Sí, ellos han matado a los siervos con el filo de la espada, Y sólo yo he escapado para decirte’” (versos 13-15).

 

Hubo mucho derramamiento de sangre, además de los problemas con sus hijos e hijas.

 

Verso 16: “Mientras él estaba aún hablando, allí también llegó otro y dijo, ‘El fuego de Dios ha caído desde los cielos y ha quemado las ovejas y los siervos, y los destruyó. Y sólo yo he escapado para decirte.’”

 

Así que, ¡un desastre, tras otro desastre, tras otro desastre! ¡Totales! Noten lo que sigue:

 

Verso 17: “Mientras él aún estaba hablando, allí también llegó otro y dijo, ‘Los caldeos formaron tres escuadrones y arrasaron sobre los camellos, y se los han llevado, sí, y han matado a los siervos con el filo de la espada. Y sólo yo he escapado para decirte.’”

 

¡Wow! Y eso no fue todo. Noten también lo que sucede después, porque es algo muy muy importante. Lo que uno tiene son posesiones. Lo que uno tiene también en cuanto a familiares, amigos, trabajadores y demás, ¡Todo eso puede irse en un INSTANTE!

 

Nosotros ahora ya estamos viendo desastres del tiempo del fin, y vamos a ver todavía más desastres y catástrofes. Ahora, vean cómo encima de todo esto viene el tiro de gracia para el resto de lo que Job tenía. 

 

Verso 18: “Mientras él aún estaba hablando, allí también vino otro y dijo, ‘Tus hijos y tus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en casa de su hermano mayor. Y, he aquí, un gran viento vino desde el lugar desolado y golpeó las cuatro esquinas de la casa, y cayó sobre los jóvenes, y están muertos… [Todos los hijos e hijas de Job] …Y sólo yo he escapado para decirte’” (versos 18-19).

 

¡Qué catástrofe! Yo no conozco a nadie que haya pasado por un desastre personal tan grande y tan rápido como el que pasó Job. Pero ¡vean lo que él hizo!

 

Verso 20: “Y se levantó Job, y rasgó su túnica, y rapó su cabeza, y cayó sobre la tierra y adoró. Y dijo, ‘Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo regresaré allí. El SEÑOR dio, y el SEÑOR ha quitado. Bendito sea el nombre del SEÑOR.’ En todo esto Job no pecó, ni hizo responsable a Dios tontamente” (versos 20-22)—¡a pesar de todo!

 

Ahora, ¿qué pasa después? Vamos a ver cómo incluso empeora la situación, ¡porque esto tiene relación directa con el núcleo de la verdadera conversión en lo más profundo de nuestro ser!

 

·             En nuestra mente

·             En nuestros pensamientos

·             En nuestro corazón

·             En todo lo que hacemos

 

Vamos a repasar y a ver la reacción de Job a todo esto mientras avanzamos.

 

Y voy a mencionar de paso a sus tres amigos que fueron a confortarlo y a tratar de hallar el por qué le habían pasado estas cosas. Porque todos los argumentos de ellos se sustentaban en creencias religiosas – que desde aquel entonces ya existían y siguen existiendo hasta ahora.

 

Sin embargo, vamos a enhorcarnos más en las reacciones de Job y en qué es lo que Dios iba a enseñarle.

 

Job 2:1: “Y nuevamente sucedió en un día que los hijos de Dios vinieron a presentarse ellos mismos delante del SEÑOR. Y Satanás vino también entre ellos a presentarse él mismo delante del SEÑOR. Y el SEÑOR le dijo a Satanás, ‘¿De dónde vienes?’ Y Satanás respondió al SEÑOR y dijo, “De ir de aquí para allá en la tierra, y de caminar arriba y abajo en ella’” (versos 1-2).

 

Qué interesante. ¡Eso es lo que Satanás hace todo el tiempo!

 

·        Buscando a alguien para causar pecado

·         Llevando a cabo sus conspiraciones

·        Llevando a cabo las cosas que hace

 

Verso 3: “Y el SEÑOR le dijo a Satanás, “¿Has considerado Mi siervo Job, que no hay ninguno como él en la tierra…’”—¡ninguno! ¡Era el hombre más recto de toda la tierra en la letra de la Ley!

 

Nosotros podríamos hacer la pregunta como lo hizo el joven rico en Mateo 19: ¿Qué más necesito para recibir la vida eterna? ¡Esa es la pregunta que responderemos!

 

“…un hombre inocente y recto, quien teme a Dios y se aparta del mal? Y todavía se está aferrando a su integridad, aunque tú Me moviste contra él para destruirle sin causa” (verso 3).

 

Ahora, algo muy interesante es que la palabra destruir no significa eliminar para que ya no exista; sino que significa ¡Traerlo a nada!

 

Ahora, noten la respuesta de Satanás a Dios; verso 4: “Y Satanás le respondió al SEÑOR y dijo, ‘Piel por piel, sí, todo lo que un hombre tiene dará por su vida… [que generalmente es verdad] …Pero ciertamente extiende Tu mano ahora, y toca su hueso y su carne, y él Te maldecirá en Tu cara’” (versos 4-5).

 

Dios no dijo, “A ver Satanás, no tengo que hacerlo porque ya lo has hecho pasar por mucho y sigue siendo justo.’ ¿Qué más le falta?  ¡Esa es la pregunta que vamos a averiguar!

 

Verso 6: “Y el SEÑOR le dijo a Satanás, ‘He aquí, él está en tu mano, pero escatima su vida.’ Y salió Satanás de la presencia del SEÑOR y golpeó a Job con llagas dolorosas desde la planta de su pie hasta el tope de su cabeza.” (versos 6-7).

 

No sé qué pueda ser más doloroso que eso: llagas, pus, moscas. Veamos qué paso. Porque imagine lo miserable que debe sentirse pasar de ser uno de los hombres más ricos, justos e intachables a un hombre desnudo y lleno de llagas. ¡Sus hijos y sus hijas se han ido, al igual que sus posesiones!

 

Verso 7: “Y salió Satanás de la presencia del SEÑOR y golpeó a Job con llagas dolorosas desde la planta de su pie hasta el tope de su cabeza. Y él tomaba una pieza rota de cerámica con que rascarse. Y se sentaba entre las cenizas” (versos 7-8).

 

Ahí estaba, sentado dando lástima, rascándose las llagas con pus y sangre, con moscas alrededor. Y como veremos un poco más tarde, esto duró lo suficiente para que las moscas pusieran huevecillos en la pus y la sangre, y llegaran gusanos a comérselos.

 

¿Hay alguien de nosotros que haya pasado una prueba así? Piense en las pruebas que pasamos usted y yo, porque ninguna ha sido como esta. Sin embrago, esto que tenemos aquí es para que aprendamos la lección. ¿Qué es lo que Dios quiere lograr con las pruebas? ¡Porque dice que muchas son las aflicciones del justo, pero el Señor lo libra de todas ellas!

 

Ahora, vean lo que dijo su esposa, porque a veces las esposas no dan el consejo correcto. A veces lo hacen, pero en este caso vean lo que dice:

 

Verso 9: “Y su esposa le dijo, ‘¿Aun mantienes tu integridad? ¡Maldice a Dios y muere!’” Vamos Job, termina con esto. ¡Mira lo miserable eres!

 

Verso 10: “Pero él le dijo, ‘Hablas como habla una de las mujeres tontas. ¿Qué? ¿Recibiremos bien de la mano de Dios, y no recibiremos mal?’ En todo esto Job no pecó con sus labios.”

 

Pero, ¿Qué es lo que pasaba por su mente? ¡Vamos a averiguarlo!

 

Verso 11: “Ahora, cuando tres amigos de Job escucharon de todo este mal que había venido sobre él, y cada uno llegó de su propio lugar: Elifaz el temanita, y Bildad el suhita, y Zofar el naamatita. Porque ellos se habían reunido para ir a llorar con él y confortarlo. Y cuando levantaron sus ojos desde lejos, y no lo reconocieron… [¿Ese es Job? ¡Mírenlo!] …levantaron su voz y lloraron. Y cada uno rasgó su túnica, y tiraron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo. Y se sentaron con él sobre la tierra siete días y siete noches. Y ninguno le habló una palabra, porque vieron que su dolor era muy grande” (versos 11-13).

 

Pasaron toda una semana nada más ahí sentados, mirándolo. Job: dando lástima, rascándose las llagas, las moscas yendo y viniendo, con gusanos y cubierto de cenizas.

 

Job 3:1: “Después de esto Job abrió su boca y maldijo el día de su nacimiento… [así que, él maldijo, pero no a Dios] …Y habló Job y dijo, ‘Perezca el día en el cual fui nacido, y la noche en la cual fue dicho, “Un niño varón es dado a luz.” Que ese día sea oscuridad. Que Dios no lo vea desde arriba, ni que la luz brille sobre él. Que la oscuridad y la sombra de muerte lo reclamen. Que una nube viva sobre él; que la negrura del día lo aterrorice’” (versos 1-5).

 

Esa fue la respuesta de Job. Todo lo que dijo fue, ‘Que venga la noche, y que aquellos que maldicen, maldigan.’ Ustedes pueden leer el capítulo completo.

 

Verso 20: “¿Por qué luz es dada a quien está en miseria, y vida al amargado de alma, Quien está esperando la muerte—pero no llega…” (versos 20-21).

 

Ahí está sentando esperando morirse. Pero recuerden lo que Dios le dijo a Satanás, ‘no puedes tomar su vida.’ ¡Qué increíble!

 

Verso 22: “Ellos se regocijan hasta exultación. Se alegran cuando pueden encontrar la tumba.”

 

Está esperando recibir alivio de todo esto al decir ‘quizá encuentre un poco de gozo en la tumba.’

 

Verso 23: “¿Por qué es luz dada a un hombre cuyo camino es escondido, y a quien Dios le ha hecho un cerco alrededor?” ¿Por qué pasa eso?

 

Verso 24: “Porque mi suspiro viene en vez de mi comida, y mis gemidos son derramados como las aguas. Porque la cosa… [esta es una lección muy importante] …la cual temía grandemente ha venido sobre mí, y eso de lo cual tenía miedo ha llegado a mí. No estaba en seguridad, no tengo descanso, tampoco estaba tranquilo; aun así llega el problema’” (versos 24-26).

 

Él dice, ‘todo esto ha llegado, y no es mi culpa’ ¿En serio? Wow, ¡qué afirmación!

 

Así que, sus amigos le responden enseguida. Veamos de qué se trata lo que sigue, porque después de escuchar todos sus argumentos de por qué estaba sucediendo todo esto, Job dice lo siguiente

 

Job 6:24: “Enséñenme… [los está escuchando] …y estaré en silencio; y háganme entender donde me he perdido.” ¡No podían!

 

Verso 29: “Cedan, les ruego, que no haya iniquidad; sí, reconozcan, mi justicia aún permanece.”

 

Lo perdió todo; todas las bendiciones de Dios. Y aquí lo tenemos con todas las llagas, rascándose el pus y las costras, entre las moscas y las cenizas. Y dice:

 

Díganme que mi justicia permanece. Hice las cosas bien. ¿Por qué debería sufrir esto?

 

¡Sería fácil decir algo así!

 

Verso 30: “¿Hay iniquidad en mi lengua? ¿No puede mi paladar discernir cosas perversas?”

 

Soy lo suficientemente inteligente para discernir entre lo bueno y lo malo, entre lo perverso y lo bueno.

 

¡Esa fue toda una discusión! Job se estaba aferrando a su justicia. Veamos qué tan firmemente hizo eso.

 

Job 7:4: “Cuando me acuesto, digo, ‘¿Cuando me levantaré?’ Pero la noche es larga, y estoy lleno de voltearme de aquí para allá hasta el amanecer del día. Mi carne esta vestida de gusanos y costras polvorientas; mi piel se agrieta y corre pus” (versos 4-5). ¡Qué miseria!

 

Verso 6: “Mis días son más rápidos que una lanzadera de tejedor, y son gastados sin esperanza. Oh recuerda que mi vida es un aliento; mis ojos no verán más el bien” (versos 6-7).

 

Y aquí está, preguntándose por qué está pasando por todo eso. Y enseguida hace la pregunta:

 

Verso 17: “¿Qué es el hombre, que deberías magnificarlo, y que deberías colocar Tu corazón en él…”

 

En otras palabras, ¿por qué te molestas con los seres humanos si va uno a pasar por esto? Bueno, Dios tiene una lección espiritual más grande que hay que aprender!

 

Verso 18: “…Y que deberías visitarlo cada mañana, y probarlo en cada momento? ¿Por cuánto tiempo?…” (versos 18-19).

 

A veces pasamos por pruebas muy, muy largas. Y nos preguntamos ¿Alguna vez ira a terminar? Pero más bien debemos preguntarnos: ¿Qué es lo que Dios quiere enseñarnos cuando pasemos por dificultades tan extremas?

 

Verso 19: “¿No desviarás la vista de mí, ni me dejarás solo hasta que trague mi saliva? Si he pecado, ¿qué Te haré…” (versos 19-20).

 

Así que, está cuestionando, “Si he pecado…” Porque Job no veía pecado. Él era justo. Él era sin culpa. Él era bueno en la letra de la Ley y en hacer las cosas que eran requeridas.

 

“…Oh Vigilante de hombres? ¿Por qué me has colocado como Tu objetivo, para que sea una carga para mí mismo?” (verso 20). ¡Lo estaba sufriendo de verdad!

 

Verso 21: “¿Y por qué no perdonas mi transgresión, y quitas mi iniquidad?...” Es como decir: Dios, ¿por qué no simplemente la quitas? Pero Job tenía que preguntarse:

 

·           ¿Hay algo de lo cual necesite arrepentirme?

·           ¿Qué tan profundo podría ser?

·           ¿Qué clase de arrepentimiento es necesario?

·           ¿Por qué Dios está haciendo todo esto?

 

Y esto aplicará también para los eventos que ocurrirán en los últimos tres años y medio cuando todos los sucesos de desaten: ¡las guerras, las plagas, las matanzas y el martirio!

 

·           ¿Cuánto durarán? ¡Dios permitirá que lleguen hasta cierto grado para que aprendamos las lecciones que Él quiere!

·           ¿Por qué? Porque lo que Dios tiene para dar en la vida eterna es tan grande, ¡Es tan grande que no hay nada sobre la tierra que pueda comparársele!

 

¡No hay sufrimiento en la tierra que sea digno de ganarse!

 

Dejemos de lado los argumentos para ir a Job 9.

 

Veamos qué pasa y cuánto ha progresado Job hasta ese momento.

 

Job 9:15: “A Quien, aunque yo era justo, aun no podría responder; haría suplica a Mi Juez. Si yo hubiera llamado y Él me hubiera respondido, aun yo no creería que Él hubiera escuchado mi voz; Pues Él me quiebra con tempestad, y multiplica mis heridas sin causa; No me permite tomar mi aliento, sino que me llena de amargura” (versos 15-18). ¡Qué cosa tan difícil la que estaba pasando!

 

Verso 20: “Si me justifico a mí mismo, mi propia boca me condenará… [pero eso es exactamente lo que él estaba haciendo; ¿Qué es lo que hice para pecar?] …aunque soy sin culpa, Él me declarará perverso.”

 

·        ¿Acaso haría Dios eso?

·        ¿Era él en realidad sin culpa?

·        ¿Cuál es la clase de inocencia que Dios quiere?

·        ¿Es aquella que se ve a simple vista?

·        ¿Qué hay del corazón?

·        ¿Qué hay de la mente?

·        ¿Qué hay del libre albedrío?

·        ¿Cuáles son las dificultades que atravesamos?

 

¡Es muy fuerte por lo que él estaba pasando aquí!

 

Verso 32: “Porque Él no es un hombre, como yo, que yo debería responderle, que debiéramos ir juntos a corte”

 

Esa es toda una afirmación. Job estaba retando a Dios porque creía que sus acciones en la letra de la Ley eran tan buenas como la justicia de Dios. Y como veremos más adelante, él incluso llegó a decir que eran más grandes que la justicia de Dios.

 

Entonces, ¿Cuál es la lección? Noten lo que dice Job, porque aquí está completamente frustrado tratando de encontrarle sentido a todo esto.

 

Verso 32: “Porque Él no es un hombre, como yo, que yo debería responderle, que debiéramos ir juntos en corte; No hay árbitro entre nosotros, quien pudiera colocar su mano sobre nosotros dos” (versos 32-33).

 

“Esta bien, Dios que esté de este lado, y tú ponte de aquel lado Job. Ahora veamos cuál es el problema y que se emita un veredicto.

 

¡No es lo que está diciendo! Pero vean lo que dice enseguida:

 

Verso 34: “Que Él quite Su vara de mí, y que Su temor no me asuste; Entonces hablaría y no Le temería; pero esto no es así conmigo” (versos 34-35).

 

¡Qué cosa tan intensa! ¡Vean nada más por lo que estaba pasando!

 

(pase a la siguiente pista)

 

Recuerden, Job quería ir a la corte; él quería llevar a Dios a un tribunal; él quería que hubiera un juez entre él y Dios. Veamos qué es lo que dice que él haría en esa situación.

 

Job 10:1: “Mi alma está cansada de mi vida; daré desahogo pleno a mi queja; hablaré en la amargura de mi alma.” ¡Job estaba listo para decirle a Dios todo lo que era injusto!

 

Verso 2: “Diré a Dios, ‘No me condenes; hazme saber por qué Tú contiendes conmigo. ¿Es bueno que Tú [Dios] debas oprimir...? (Versos 2-3).

 

Si Tú eres un Dios de amor, ¿por qué nos oprimes? Y digo, ¡esto es algo que la gente dice comúnmente!

 

“...que Tú debas despreciar la obra de Tus manos, y brillar sobre el consejo de los malvados?” (v 3).

 

En otras palabras, él está diciendo, ‘Dios, Tú te estás yendo del lado de los malvados.’

 

Verso 4: “¿Tienes Tu ojos de carne? O ¿Ves Tú como ve el hombre? ¿Son Tus días como los días de hombre? ¿Son Tus años como los días de hombre.” (Versos 4-5)

 

¡No! ¡Dios vive por siempre!

 

Verso 6: “Qué buscas mi iniquidad, o buscas mi pecado? Aunque sabes que no soy malvado...” (Versos 6-7).

 

¡Ah, veamos cómo es esta situación! Por supuesto. ¿No ven cómo esto será algo muy común durante el Milenio? Va a ser difícil para las personas ver sus propios pecados, y será difícil para ellos saber cuán profundamente enterrado en sus corazones y mentes está el pecado, ¡y cuál es la verdadera fuente del pecado en la naturaleza humana!

 

Verso 7: “Aunque sabes que no soy malvado, aún así, no hay nadie quien pueda librar de Tu mano.”

 

Así que estoy atrapado con esto. Veamos qué es lo que necesitamos hacer.

 

Verso 14: “Si yo peco...” ¿Cuántas personas realmente creen que son perfectos en la carne?

 

Cuando eso pasa, internamente, las personas están alzadas en su orgullo. Oh, ellos hacen bien aquí, hacen bien allá. Ayudan con esto; ayudan con lo otro. ¿Y por qué sería Dios capaz de hacer esto si somos tan buenos?

 

Verso 10: “¿No me has derramado como leche, y cuajado como queso?” ¡Vaya cosa!¡Estás haciendo queso cottage conmigo!

 

Verso 11: “Me has vestido con piel y carne, y me has cercado con huesos y tendones. Me has concedido vida y favor, y Tu providencia ha preservado mi espíritu. Y estas cosas has escondido en Tu corazón; sé que esto estaba Contigo. Si peco, entonces me marcas, y no me absolverás de mi iniquidad.” (Versos 11-14).

 

·             ¿Es cierto eso?

·             ¿Es así de malo?

·             ¿Acaso ha cometido Job el pecado imperdonable? ¡Bueno, no aún!

 

          Verso 15: “Si soy malvado, ay de mí...”

 

          Él está diciendo, ‘Si yo fuese realmente malvado, entonces me merezco esta angustia. Pero Dios, no soy malvado, ¿por qué debo tener este sufrimiento?’

 

          “...y si soy justo, no levantaré mi cabeza, estando llena de confusión—por tanto mira mi aflicción. Porque si mi cabeza fuera levantada, Tú me cazarás como un león feroz; y nuevamente te mostrarás asombroso contra mí.” (Versos 15-16).

 

          ¡WOW! Él está diciéndole a Dios, ‘esto no es justo.’¡Vaya situación! Así que él dice todo esto después de todo el sufrimiento:

 

Job 11:5: “Pero oh, que Dios hablara, y abriera Sus labios contra ustedes.” ‘Quiero escucharlo directamente de parte de Dios.’ Más adelante veremos que eso sí ocurre.

 

Verso 6: “Y te diría los secretos de Su sabiduría. Porque la buena sabiduría tiene dos lados. Conoce por tanto que Dios exige de ti menos de lo que tu iniquidad merece.” ¡Vaya declaración!

 

Job 13:3: “No obstante yo hablaría con el Todopoderoso... [Aquí denota mayor atrevimiento] ...y deseo argumentar mi caso delante de Dios.” Así que él va a retar a Dios. Eso es algo tremendo.

 

Verso 13: “Guarden silencio. Déjenme solo para que yo pueda hablar, y que venga sobre mí lo que tenga que pasar. ¿Por qué tomo mi carne en mis dientes y pongo mi vida en mi mano? Aunque Él me mate, yo confiaré en Él; pero mantendré mis propios caminos delante de Él.” (Versos 13-15) ¡Vean esa obstinación de principio a fin!

 

Verso 18: “He aquí ahora, yo he puesto en orden mi causa; yo sé que seré justificado.” ¡Sí, porque yo estoy en lo correcto! ¿Puede alguien ser más recto que Dios?

 

Esta es una prueba difícil por la cual él estaba pasando, y:

 

·             ¿En qué va a resultar?

·             ¿Cuál es la lección para nosotros?

·             ¿De qué se trata todo esto?

 

¡Porque todo esto está obrando en las partes más profundas de Job!

 

          Verso 18: “He aquí ahora, yo he puesto en orden mi causa; yo sé que seré justificado. ¿Puede alguien traer cargos en contra de mí?...” (Versos 18-19).

 

          ¿Puede alguien levantarse y decir, tú hiciste esto Job, tú hiciste aquello Job, y mira todas las cosas que has hecho? ¡No!

 

          “...De ser así, yo guardaré silencio y moriré.” (Verso 19).

 

Así que, él está diciendo, muy bien, adelante. Yo estoy listo para morir, pero sé que estoy en lo correcto, ¡a pesar de todo lo que ha venido sobre mí!

 

          Verso 20: “Solamente no me hagas dos cosas; entonces no me esconderé de Ti. Mantén Tu mano lejos de mí, y que el temor de Ti no me aterrorice. Entonces llama, y yo responderé; o déjame hablar, y Tú respóndeme.” (Versos 20-22).

 

          Bueno, Dios no lo hizo de esa manera. Veremos cómo lo hizo Dios; esto se pone muy interesante. Es una cosa asombrosa. Luego Job escucha todas las respuestas que le dan sus tres amigos, quienes están tratando de entender qué es lo que Dios está haciendo con Job, y qué es lo que Job ha hecho. Ellos incluso enlistan cada falta que él cometió y otras cosas, pero en realidad él era un hombre justo, así que no pueden descifrar lo que está pasando.

 

Job 16:1: “Y Job respondió y dijo, ‘He escuchado muchas tales cosas. ¡Consoladores miserables son todos ustedes! ¿Acaso no tienen fin las palabras vacías?’” (Versos 1-3).

 

Eso es en parte gracioso, porque ellos están hablando mucho, él está respondiendo todo, y él dice:

 

Verso 3: “¿Acaso no tienen fin las palabras vacías? ¿O qué los motiva a tener que responder? Yo también podría hablar como ustedes lo hacen; si el alma de ustedes estuviera en el lugar de mi alma. Yo podría amontonar palabras en contra de ustedes, y sacudir mi cabeza a ustedes.” (Versos 3-4).

 

Job está diciendo, ‘Miren, yo podría devolverles esto a ustedes en una manera que no les gustaría.’

 

Verso 20: “Mis amigos me escarnecen; mis ojos derraman lágrimas a Dios. ¡Oh, que un hombre pudiera defender su caso ante Dios, como un hombre lo hace con su prójimo!” (Versos 20-21). ¡De nuevo, retando a Dios, queriendo venir delante de Dios!

 

Job 17:1—Aquí comienza a aprender un poco de humildad: “Mi espíritu esta quebrantado, mis días se han extinguido, la tumba está lista para mí.” ¡Así que adelante, estoy listo para más!

 

Es por eso que el libro de Job es tan largo, porque está diseñado para cubrir todo argumento que el hombre tenga en contra de Dios, todo argumento acerca de autojusticia y nos muestra por qué eso no funciona.

 

Después de esto siguen dos capítulos más de respuestas de amigos diciéndole a Job cuán malo es y cuán pecador fue, y con la actitud de ‘nosotros sabemos cuál es el problema,’ ¡pero no sabían cuál era el problema porque no sabían lo que Dios estaba tratando de lograr!

 

Nosotros veremos qué es lo que Dios estaba tratando de hacer y cómo esto se volverá algo importante durante el Milenio cuando nosotros estemos lidiando con otras personas. Los seres humanos tenemos la tendencia de poner cada excusa posible para demostrar que estamos en lo correcto.

 

Job 23:1: “Y Job respondió y dijo, “Incluso hoy es mi queja amarga; mi golpe es más pesado que mi gemir. Oh, que supiera dónde pudiera encontrarlo a Él, ¡que pudiera ir incluso a Su silla!... [¡Justo a donde está Su Trono! ¿En dónde está Dios?]... Colocaría mi causa ante Él, y llenaría mi boca con argumentos. Conocería las palabras que Él me respondería, y entendería lo que Él me diría.” (Versos 1-5).

 

¡Yo ya sé qué es lo que Dios me va a decir! Vaya que esa es una declaración fuerte cuando lo leemos con detenimiento.

 

Verso 6: “¿Contenderá Él contra mí con Su gran poder? No, seguramente Él me prestaría atención. Ahí los rectos podrían razonar con Él; y yo sería absuelto de mi Juez por siempre.” (Versos 6-7).

 

Él dice, ‘Yo daría mi argumento, y Dios tendría que creerme, porque yo soy muy bueno.’ Así que esto que dice Job se repite algunas veces. Es por eso que es bueno que nos demos cuenta de todo lo que está aquí.

 

Job 31:5: “Si he caminado con vanidad, o si mi pie se ha apresurado a engañar.”

 

·             ¿Qué fue?

·             ¿En dónde fue?

·             ¿Qué es esto?

 

          Ezequiel 14—veremos con qué estamos lidiando; todo lo que Job está diciendo. Veamos qué es a lo que Dios quiere llegar aquí. Esta es la cosa más grande que nos aleja de Dios, incluso cuando Dios dice que:

 

·             Job era justo

·             Daniel era justo

·             Noé era justo

 

Esto nos indica en lo que Dios está poniendo atención, y nos dice:

 

·             Por qué el pueblo de Israel fue llevado en cautividad

·             Por qué Dios no les respondió en ese tiempo

·             Cuál era el problema con Job

 

¡A pesar de que Job dice que él quería venir delante de Dios y probar su caso! Aquí está el por qué:

 

Ezequiel 14:1: “Y algunos de los ancianos de Israel vinieron a mí y se sentaron delante de mí. Y la Palabra del SEÑOR vino a mí, diciendo, “Hijo de hombre, estos hombres han colocado sus ídolos en sus corazones...”” (Versos 1-3).

 

Quiero que pongan atención a esa declaración—porque esto es con lo que estamos lidiando aquí con Job ya que él se estaba poniendo a sí mismo como un ídolo en su corazón, y todas las cosas que él hizo en la letra de la Ley, las cuales Dios ordena, no estaban cambiando la parte interna de su mente. Eso lo podemos ver en la amargura y las acusaciones en contra de Dios y al mostrar oposición a Él—aunque no maldijo a Dios—todo eso se origina en la naturaleza humana, la cual está profundamente arraigada en nuestra mente y nuestro corazón. Esto es lo que Dios quiere que se convierta, ¡tal como lo veremos!

 

Así que Dios dice aquí: “...y puesto el bloque de tropiezo de su iniquidad delante de sus rostros. ¿Debería en absoluto ser consultado por ellos? Por tanto háblales, y diles, ‘Así dice el SEÑOR Dios, “Todo hombre de la casa de Israel quien coloque sus ídolos en su corazón, y ponga el bloque de tropiezo de su iniquidad delante de su rostro, y venga al profeta... [En caso de Job, viniendo ante Dios]... Yo el SEÑOR le responderé de acuerdo a la multitud de sus ídolos:.’” (Versos 3-4).

 

Esto va directo al meollo de lo que realmente es la conversión:

 

·             Lo que Dios está buscando

·             Lo que Dios quiere de nosotros

·             Lo que Dios quería de Job

 

          Verso 5: “Para que pueda tomar a la casa de Israel en su propio corazón porque Me han abandonado por sus ídolos—todos ellos.”

 

          Ahora vean eso hoy con el pueblo de Israel, el pueblo actual de Israel.

 

·             ¿Cuántos ídolos tienen?

·             ¿Cuántas cosas tienen en su mente?

 

          En lugar de tratar aprender más de Dios o servir a Dios, o decir al menos ‘queremos hacer la voluntad de Dios,’ la gente todavía tiene ídolos en su mente.

 

          No puede uno tener ambas cosas. ¡La conversión es una completa transformación de la mente! Ahora, esto no viene así de repente. Esto viene:

 

·             Con trabajo

·             Con oración

·             Con estudio

·             Aplicando lo que aprendemos

 

          Verso 6: “Por tanto di a la casa de Israel, ‘Así dice el Señor DIOS, “Arrepiéntanse y vuélvanse de sus ídolos, y alejen sus rostros de todas sus abominaciones.”’”

 

          Internamente, no solamente exteriormente, ¡sino desde adentro! Esto es con lo que nosotros también estaremos lidiando, con personas en el Milenio que deberán entender qué es la conversiónel convertirnos en seres espirituales¡eso requiere de una gran conversión y cambio! Nosotros veremos cómo se puede lograr eso antes de que termine este mensaje.

 

Verso 7: “Porque todo el de la casa de Israel, o del extranjero que vive en Israel, que se separe de Mí y coloque sus ídolos en su corazón, y ponga el bloque de tropiezo de su iniquidad delante de su rostro, y venga al profeta a preguntar de él sobre Mi; Yo el SEÑOR le responderé Yo mismo.”

 

·             SI no hay arrepentimiento

·             SI no hay cambio

·             SI no se hace lo que es recto

 

Verso 8: “Y Yo colocaré Mi rostro contra aquel hombre, y lo haré a él por señal y por proverbio. Y lo cortaré de en medio de Mi pueblo; y sabrán que Yo soy el SEÑOR. Y el profeta...” (Versos 8-9)Porque hay muchos de esos quienes hablan en el nombre de Dios, ¡especialmente hoy en día! Hay muchos:

 

·             Falsos profetas allá afuera

·             Falsos maestros

·             Falsas interpretaciones de la Biblia

·             Cosas falsas puestas en el ámbito de la religión combinada con la política y todo lo demás

 

Verso 9: “Y el profeta, si él es engañado, y habla una palabra, Yo el SEÑOR he engañado a ese profeta...”

 

SI usted toma la Palabra de Dios y la aplica incorrectamente, y la usa en una manera que no debería de ser usada, Dios lo va a engañar aún más si usted es profeta o ministro.

 

“...Y extenderé Mi mano sobre él y lo destruiré de en medio de Mi pueblo Israel.” (Verso 9).

 

Regresemos ahora al libro de Job. Estamos tratando con cosas muy importantes aquí:

 

Job 31:5: “Si he caminado con vanidad, o si mi pie se ha apresurado a engañar, entonces sea yo pesado en una balanza uniforme para que Dios pueda saber que soy inocente.” (Versos5-6). ¡Vaya que Job se estaba aferrando a eso!

 

Verso 7: “SI mi paso se ha salido del camino, o mi corazón ha caminado tras mis ojos, y si alguna mancha se ha adherido a mis manos; ENTONCES siembre yo, y otro coma; y mis cosechas sean arrancadas. SI mi corazón ha sido atraído por una mujer, o si he esperado en la puerta de mi vecino, ENTONCES mi esposa muela para otro, y otros se inclinen sobre ella.” (Versos 7-10).

 

Él continúa con esa actitud hasta Job 31, SI esto, SI aquello, SI lo otro.

 

Verso 12: “Porque es un fuego que devora hasta la destrucción, y arrancaría de raíz todo mi incremento. Si he despreciado la causa de mi siervo o de mi sierva, cuando se quejaron contra mí.” (Versos 12-13).

 

No, él hizo un buen trabajo con todo eso. Veremos algo interesante aquí en Job 31.

 

Verso 14: “¿Qué haré entonces cuando Dios se levante? Y cuando Él me llame a cuentas, ¿qué le responderé? ¿Quién me hizo en el vientre no lo hizo a él también? Y ¿No nos formó uno en el vientre? Si he negado al pobre...” (Versos 14-16).

 

Si leemos todo lo que se enlista aquí en Job 31, nos daremos cuenta de que todas esas son cosas requeridas por Dios.

 

SI usted lo hace en la letra de la Ley, ¡eso es bueno! Pero, ¿es eso conversión, y lo que nos lleva a la salvación espiritual?

 

Verso 33: “Si cubrí mis transgresiones como Adán, al ocultar mi iniquidad en mi seno.”

 

No era pecado, ¡era el idolatrarse a sí mismo! Y de su justicia, él decía que era tan buena como la de Dios. ¡Ningún hombre puede ser tan bueno como Dios lo es!

 

Así que esto regresa a donde empezamos en Mateo 19.

 

Job dijo que SI eso hubiera pasado; verso 34: “Entonces tiemble yo frente a una gran multitud, y sea aterrorizado por el desprecio de familias; y yo estaré callado no saldré de la puerta. ¡Oh, que tuviera uno para oírme!...” (Versos 34-35) ¡Vaya cosa!

 

“...He aquí, mi deseo es que el Todopoderoso me respondiera, y la acusación que mi adversario había escrito.” (Verso 35). ¡Él esta diciendo que quiere que Dios baje y le responda personalmente!

 

Verso 36: “Seguramente la llevaría sobre mi hombro, y la ataría como una corona sobre mi cabeza. Yo le declararía a Él el número de mis pasos; como un príncipe vendría yo ante Él.” (Versos 36-37).

 

Yo no pienso venir delante de Ti humildemente, Dios, yo vendré ante ti como un príncipe. Voy a venir a mostrarte cuán bueno soy.

 

Ahora veamos qué es lo que pasó, porque Dios sí le respondió a Job.

 

Job 34:36: “Mi deseo es que Job pueda ser probado hasta el final porque sus respuestas son como aquellas de hombres impíos. Porque él añade rebelión a su pecado...” (Versos 36-37).

 

El hablar a Dios de esa manera se considera rebelión. ¡Y su pecado fue el tenerse a sí mismo como ídolo en su mente!

 

“...él aplaude sus manos entre nosotros, y multiplica sus palabras en contra de Dios.” (Verso 37).

 

Elihú, el más joven de quienes estaban ahí—el cuarto—estuvo sentado ahí durante días mientras los otros tres amigos estuvieron hablando y respondiendo tratando de analizar qué era lo que Job había hecho. Ellos pensaron en todo, pero no pudieron darle una respuesta. Así que aquí está Elihú, y él vio cuál era el problema:

 

Job 35:1: “Y Eliú respondió y dijo... [Él está hablándole a Job]... “¿Crees que esto es recto, tú que dices, ‘Mi justicia es más que la de Dios’? Porque dices, ‘¿Qué ventaja será para Ti? ¿Qué ganancia tendré, más que si hubiera pecado?’ Yo responderé a tus palabras, y a tus compañeros contigo.” (Versos 1-4).

 

Verso 5aquí vemos en dónde debemos de empezar; también lo vemos en Isaías 40.Mira los cielos, y ve; y observa las nubes; ellas están más altas que tú. Si pecas, ¿qué haces contra Él? O si tus transgresiones son multiplicadas, ¿qué le haces a Él? Si eres recto, ¿qué le das a Él? ¿O qué recibe Él de tu mano? Tu maldad puede herir a un hombre como tu mismo; y tu justicia puede beneficiar al hijo de hombre. Por razón de la multitud de opresiones ellos claman; claman a causa del brazo fuerte del poderoso. Pero ninguno dice, ‘¿Dónde está Dios mi Hacedor...” (Versos 5-10).

 

Ahora, Job dijo eso, pero él retó a Dios de tal manera que Elihú procedió a declararle muchas cosas. Después, Job finalmente obtuvo su deseo de que Dios le hablara.

 

Puesto que Dios había tratado de esta manera con él y había usado a Satanás en su contra, ninguno de sus tres amigos pudo descifrar cuál era el problema. Elihú trató de hablar con él y hacerle entrar en razón; le dijo: ‘Mira Job, tu justicia no puede ser más grande que la justicia de Dios, eso es imposible.’ Así que Job dijo que quería que Dios hablara directamente con él. Bueno, ya que Dios estaba lidiando con Job directamente, ¡lo hizo!

 

Job 38:1: “Entonces el SEÑOR le respondió a Job desde torbellino, y dijo, “¿Quién es este que oscurece el consejo por medio de palabras sin conocimiento?”” (Versos 1-2).

 

Job no tenía verdadero conocimiento acerca de lo que Dios estaba haciendo ni tenía verdadero entendimiento de que en las partes más profundas de su mente ¡él era un idólatra de su propia justicia!

 

Verso 3: “Ahora ciñe tus lomos como un hombre; porque Yo te exigiré, y tú Me responderás. ¿Dónde estabas tú cuando Yo coloqué el fundamento de la tierra? ¡Decláralo, SI tienes entendimiento!” (Versos 3-4). Vaya qué eso es tremendo: cómo fue hecha la tierra.

 

·             Tú crees que tú eres listo, Job.

·             Tú crees que entiendes las cosas.

·             Tú crees que has hecho muchas cosas.

 

          ‘Bueno, tú solamente has hecho las cosas que yo te he pedido que hagas. Si son las cosas que Yo te he pedido que hagas, ¿entonces de quién es la Ley? ¿Es mía? ¿O es tuya?’

 

¡Es de Dios!

 

          Toda la justicia que Job tenía, él mismo tomó crédito por ella y no le dio crédito a Dios. Él no dijo:

 

          Dios, ¡cuán maravillosas son Tus Leyes! Oh que pudiera yo guardarlas. ¡Cuán grandioso es todo lo que Tú has hecho! ¡Cuán grande es Tu creación!

 

          Así que, Dios comienza diciéndole acerca de la creación. Y Él dice:

 

Verso 6: “¿Sobre qué están sujetos los fundamentos? O ¿Quién colocó su piedra angular, cuando las estrellas de la mañana cantaban juntas y todos los hijos de Dios gritaban de alegría?” (Versos 6-7). ¿En dónde estabas tú cuando Yo hice todo esto?

 

¡Ahora aquí vemos algo asombroso! ¡Vemos un reto! Si crees que eres muy bueno Job, pruébate esto a ver si das el ancho:

 

Verso 16: “¿Has entrado en los arroyos del mar?...”

 

Los océanos tienen corrientes, tienen arroyos, hay muchas cosas ahí. Dios puede entrar ahí si Él lo desea.

 

¿Qué puedes hacer Job? La única cosa que puedes hacer, Job, es guardar Mis Leyes y Mis mandamientos, pero más vale que me des el crédito a Mí y no a tí mismo, porque Yo te hice y Yo cree las Leyes. Ahora, si tú quieres ser como Dios, entonces ve si das el ancho:

 

“...O ¿has caminado en búsqueda de las profundidades? ¿Han sido abiertas las puertas de la muerte para ti?...” (Versos 16-17).

 

·             ¿Sabes cómo resucitar a los muertos?

·             ¿Entiendes lo que es?

·             ¿Qué es lo que sabes, Job, que es tan bueno?

 

          Ahora, podemos esperar que durante el Milenio las personas tendrán mucho mayor conocimiento acerca de Quién es Dios.

 

Verso 18: “Has recorrido la amplitud de la tierra? ¡Decláralo, si sabes todo esto!”

 

Bueno, si tú eres un ‘sabelotodo,’ ¿por qué no me lo dices? Vaya cosa. Job finalmente lo entendió, pero incluso Dios tuvo que corregirlo al final.

 

Job 40:1 “Y el SEÑOR le respondió a Job y dijo, “¿El que contiende con el Todopoderoso Lo instruirá? El que reprueba a Dios, responda esto.” ...[Porque Dios es perfecto y en Él no hay pecado]...Y Job respondió al SEÑOR y dijo, “¡He aquí, soy vil!”...” (Versos 1-4).

 

Esa es una gran diferencia de cuando Job dijo ‘Yo voy a mantener mi justicia.’

 

Así que, durante el Milenio, lo mismo será aplicable. Las personas guardarán la justicia por la letra de la Ley, por el Espíritu, ¡y tendrán que aprender las profundidades de la conversión!

 

“... ‘¿Qué Te responderé? Pondré mi mano sobre mi boca. Una vez he hablado; pero no responderé; sí, dos veces, pero no procederé más lejos.’” (Versos 4-5).

 

          Así que podemos decir, ¡Hurra! Job finalmente va a guardar silencio y escuchará a Dios. Dios nos muestra:

·             Qué Job no podía tener justicia como la de Dios

·             Que la justicia en la letra no trae necesariamente un aspecto espiritual

·             Que en el espíritu él podía lograr agradar a Dios

 

¡Pero tenemos que esperar hasta la resurrección para que podamos ser hijos e hijas de Dios!

 

Verso 6: “Y el SEÑOR le respondió a Job desde el torbellino, y dijo, “Ciñe tus lomos, ahora como un hombre. Te reclamaré, y tú Me declararás, ¿Aún anularás Mi juicio?... [¿Acaso eres más grande que Yo? ¡No, no lo puedes hacer!]... ¿Me condenarás para que puedas ser recto?”” (Versos 6-8).

 

¡No, eso nunca funcionará! Esto nos dice que cualquier condenación en contra de Dios es porque no hay conocimiento de Dios, y porque se tiene un ídolo en la mente acerca de:

 

·             Cuán buenos somos

·             Cuán inteligentes somos

·             Cuánto sabemos

 

¡Todas estas cosas juntas, lo cual es vanidad! Esto nos lleva de vuelta al Síndrome de Salomón: Vanidad de vanidades. Todo es vanidad. ¡Tenemos que ir hacia Dios!

 

Verso 9: “Y tienes un brazo como el de Dios? ¿O puedes tronar con una voz como la Suya? Engalánate ahora con majestad y excelencia, y arréglate con gloria y belleza.” (Versos 9-10).

 

Dios le está diciendo a Job que ‘se hiciera como Dios.’ ¡No se puede hacer eso! ¡Nunca pasó! Así que, él no puede ser como Dios, ¿Cómo podría su justicia ser mayor que la de Dios? ¡No es posible!

 

Verso 10: “Engalánate ahora con majestad y excelencia, y arréglate con gloria y belleza. Derrama el furor de tu ira; y he aquí todo aquel que es orgulloso, y humíllalo. Mira sobre todo aquel que es orgulloso, y humíllalo; y pisotea al impío en su lugar.”...[Dios puede hacer eso, ¡y lo hará!]... Ocúltalos en el polvo juntamente; y aprisiona sus rostros en oscuridad.” (Versos 10-13).

 

¡Ahora podemos ver lo que se necesita para calificar para poder ser justos!

 

Verso 14: “Entonces Yo también te confesaré que tu mano derecha puede salvarte.”

 

·             Eso nunca sucederá

·             Uno no puede salvarse a sí mismo

 

¡No hay salvación sin Dios y Su camino!

 

          Job 42—aquí está la lección, y luego veremos cómo eso aplica a nosotros.

 

Job 42:1: “Y Job le respondió al SEÑOR y dijo,“Sé que puedes hacer todas las cosas, y que ningún pensamiento puede ser retenido de Ti.” (Versos 1-2).

 

Ahora Job entendió la lección de que la conversión para salvación debe de venir de las profundidades de nuestros pensamientos, y que “ningún pensamiento puede esconderse de Dios.” Piensen en cómo esto se suma a lo que ya hemos ido estudiando: el hombre no puede venir y querer añadir a la justicia de Dios y:

 

·             Hacer algo mejor que Dios

·             Hacerse a sí mismo mejor que Dios

 

Todos los papas deberían de aprender esto: ningún hombre debería de ser llamado ‘padre santo,’ Eso es algo extremadamente blasfemo.

 

Verso 3: “Preguntaste, ‘¿Quién es el que oculta consejo sin conocimiento?’ Por tanto, yo he hablado aquello lo cual yo no entendía...”

 

Job no entendía que Dios quería la conversión profunda de amor, gozo, verdad y justicia.

 

“...cosas demasiado maravillosas para mí; si, las cuales yo no sabía.” (Verso 3).

 

Eso es algo notable, una gran declaración viniendo de Job, ¡quién alardeaba de conocer todo y saber todo acerca de Dios!

 

Verso 4: “Escucha, Te ruego, y hablaré; Tú dijiste, ‘Te preguntaré, y tú Me declararás.’”

 

Ahora vemos aquí la culminación de esto; verso 5: “He escuchado de Ti por el oír del oído; pero ahora mis ojos Te ven.”

 

Eso es entendimiento espiritual, porque tenemos ceguera por medio de seres humanos quienes no entienden la Palabra de Dios, pero proclaman hacerlo. Y también podemos tener ceguera, como veremos en un momento, ¡por medio de Satanás el Diablo!

 

¡Cuando venimos a entender cuán grande es el pecado comparado con la grandeza de Dios!

 

Verso 6: “Por tanto, me aborrezco, y me arrepiento en polvo y cenizas.”

 

¿Qué sucedió después? ¡Dios le dio a Job el doble de lo que había perdido!

 

2-Corintios 10—Apliquemos esta lección a nosotros el día de hoy y veamos lo que tiene que ver con la conversión. ¡Se nos dice en Romanos 12 que tenemos que ser renovados en nuestra mente!

 

          ¿Cómo podemos ser renovados en nuestra mente? A través del Espíritu de Dios y a través de elegir:

 

·             Creerle a Dios

·             Amar a Dios

·             Obedecer a Dios

 

          Sabemos que en 2-Corintios 4 se habla de que Satanás es el ‘dios de este mundo’ ¡quien ciega las mentes de los hombres y mujeres! Eso es exactamente lo que le pasó a Job. ¡Él no pudo ver que su justicia provenía de Dios!

 

          Job creía que todo venía de él,  y es lo que Satanás quiere que la gente crea, que todo viene de sus propios recursos, sus propias cosas, y que él puede ser adorado como ‘Dios.’

 

·             Esta es la batalla que está sucediendo en el mundo

·             Esta es la batalla que está sucediendo en nuestra mente

 

II Corintios 10:1: “Ahora, yo Pablo estoy personalmente exhortándolos con la mansedumbre y gentileza de Cristo...”

 

          ¿Podemos aprender esta lección sin tener que pasar por las lacerantes tribulaciones que Job tuvo que pasar? ¡Sí!

 

“...Por un lado, cuando estoy presente con ustedes soy bajo; pero por otro lado, cuando estoy ausente soy atrevido hacia ustedes. Pero estoy suplicándoles para que, cuando esté presente, pueda no tener que ser atrevido con la confianza con la cual intento mostrar atrevimiento hacia algunos, quienes piensan que estamos caminando según la carne.” (Versos 1-2).

 

En otras palabras, así como Job, mirando las cosas en la letra de la Ley y haciéndolas físicamente, no desde lo profundo de nuestro corazón. Sin darse cuenta de lo que Pablo les dijo a los Corintios en Atenas cuando fue al Monte de Marte: que en Dios, ¡todo ser humano vive, se mueve y tiene su ser en Él!

 

El llamamiento a la salvación es tan grandioso. Y el trabajo que estaremos haciendo en el Milenio será tan grandioso, ¡porque ahí es cuando todos los seres humanos tendrán acceso a la salvación! Pero ellos tendrán que aprender esta lección: ¡Que todo viene de Dios!

 

Aquí está la lección; verso 3: “Porque aunque caminamos en la carne... [Así como Job era carnal, nosotros somos carnales]...  no militamos de acuerdo a la carne.”

 

·             No podemos usar el pensamiento humano para combatir el pensamiento humano

·             No podemos usar el pensamiento humano para combatir a Satanás

 

Debemos de usar:

·             La Palabra de Dios

·             El Espíritu de Dios

·             Las Leyes de Dios

·             La Verdad de Dios

 

          Existe una batalla en nuestras mentes así que no debemos de tener ídolos en nuestra mente. Necesitamos enseñar a todos nuestros hermanos en el Milenio: No tengan ídolos en sus mentes, porque ese es un gran pecado contra Dios, ¡porque la salvación espiritual requiere que todo eso sea cambiado!

 

          Verso 4: “Porque las armas de nuestra guerra no son carnales, sino poderosas a través de Dios para el derrocamiento de fortalezas.”

 

          ¿Cuáles son esas fortalezas? Eso es lo que Job tuvo que aprender. Él tenía:

 

·             La fortaleza de su autojusticia

·             La fortaleza en su mente de que él era tan bueno como Dios

·             La fortaleza en su mente de que él no se merecía ninguna de esas pruebas por las cuales atravesó

 

Verso 5: “Echando abajo vanas imaginaciones... [las cuales vienen del razonamiento humano]... y toda cosa alta que se exalta a sí misma contra el conocimiento de Dios, y trayendo a cautividad todo pensamiento a la obediencia de Cristo; y teniendo una disposición para vengar toda desobediencia, cuando su obediencia haya sido cumplida.” (Versos 5-6).

 

Filipenses 2—Esto es grandioso; esto es importante. Esto es todo lo que necesitamos ahora, y el meollo de lo que vamos a estar enseñando en el Milenio, para poder traer la cosecha más grande para Dios, para traer millones y millones de personas al Reino de Dios. Esto se logrará:

 

·             Por el amor de Dios

·             Al amarse los unos a los otros

·             Al servir a Dios

 

¡Tal como debe de ser!

 

·             Entendiendo la debilidad de nuestra carne

·             Derrumbando las fortalezas que tenemos adentro

 

¡Como Pablo lo dijo!

 

Filipenses 2:1: “Ahora entonces, si hay cualquier estímulo en Cristo, si cualquier consuelo de amor, si cualquier compañerismo del Espíritu, si cualquier afecto interno profundo y compasión, cumplan mi gozo, que sean de la misma mente... [la mente de Cristo]... teniendo el mismo amor, siendo unidos en alma, preocupándose de la única cosa.” (Versos 1-2).

 

La conversión que está obrando en nosotros ahora mismo y lo que nosotros estamos haciendo; ¡teniendo la meta de entrar en el Reino de Dios! ¡Esa es la única cosa!

 

Verso 3: “Nada sea hecho a través de contienda o vanagloria... [como pasó con Job]... sino en humildad, cada uno estimando a los otros sobre sí mismo. Cada uno ocúpese no solo de sus propias cosas, sino cada uno también considere las cosas de otros.” (Versos 3-4).

 

Ahora bien, aquí está la finalidad de todo ello: Verso 5: “Que esta mente...”

 

¿Qué fue lo que Job dijo? ¡Ningún pensamiento puede ser escondido de Dios! ¿Lo recuerdan? ¿Recuerdan lo que Cristo hizo? Dijo: ‘No Me llames bueno; ¡sólo hay uno Quien es bueno!’ Porque estando en la carne Él no era tan bueno como Dios. Esa es la lección que Job tuvo que aprender.

 

Verso 5: “Que esta mente esté en ustedes, la cual estuvo también en Cristo Jesús.

 

Miren a lo que Él tuvo que renunciar. Miren lo que Él tuvo que hacer para convertirse en el Salvador de la humanidad:

 

Verso 6: “Quien, aunque existió en la forma de Dios, no lo consideró robo ser igual con Dios, sino se vació a Sí mismo...” (Versos 6-7).

 

Así que, precisamente la queja que Job tenía de Dios, ¡Dios la hizo!¡Dios vino en la carne!

 

“... fue hecho en la semejanza de hombres, tomó la forma de un siervo;  y habiéndose encontrado en la forma de hombre, se humilló a Sí mismo, y llegó a ser obediente hasta la muerte, incluso la muerte de la cruz. Por tanto, Dios también Le ha exaltado altamente...” (Versos 7-9). ¡Ese es el objetivo de Dios!

 

·             El pensamiento humano

·             Los caminos del hombre

·             La justicia del hombre

·             Incluso la letra de la Ley

 

No convertirán la mente sin el Espíritu de Dios; sin que desarrollemos la mente de Cristo, ¡para poder tener nuestras mentes renovadas y convertidas!

 

          Esto es lo que vamos a enseñar a todas las personas durante el Milenio. Así que, al ser reyes y sacerdotes de Dios y Cristo y enseñarles el camino de Dios, esta será una de las cosas más magníficas y grandiosas que podremos hacer. Es por eso que guardamos la Fiesta de Tabernáculos, y es por eso que estamos aquí, y por eso continuaremos y finalizaremos la Fiesta.

 

          Vuelvan mañana para el Día 7, y continuaremos con lo que ocurrirá al final del Milenio. Nos vemos mañana para el Día 7.

 

Referencias Bíblicas:

 

1)           Mateo 19:16-24

2)           Job 1:1-22

3)           Job 2:1-13

4)           Job 3:1-5, 20-26

5)           Job 6:24, 29-30

6)           Job 7:4-7, 17-21

7)           Job 9:15-18, 20, 32-35

8)           Job 10:1-7, 14,10-16

9)           Job 11:5-6

10)        Job 13:3, 13-15, 18-22

11)        Job 16:1-4, 20-21

12)        Job 17:1

13)        Job 23:1-7

14)        Job 31:5

15)        Ezequiel 14:1-9

16)        Job 31:5-10, 12-16, 33-37

17)        Job 34:36-37

18)        Job 35:1-10

19)        Job 38:1-4, 6-7, 16-18

20)        Job 40:1-14

21)        Job 42:1-6

22)        II Corintios 10:1-6

23)        Filipenses 2:1-9

 

Escrituras mencionadas pero no citadas:

 

·             Apocalipsis 21

·             Isaías 65; 40

·             Romanos 12

·             II Corintios 4

 

También referenciado: Folleto: ‘Las verdaderas riquezas de Dios’

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